La cal viva (óxido de calcio) es un insumo agrícola altamente efectivo para mejorar las condiciones del suelo en los cultivos. Su principal función es la corrección de la acidez del suelo, un problema común en gran parte del territorio colombiano, especialmente en regiones como los Llanos Orientales, la Amazonía y zonas del Eje Cafetero. Según datos del ICA, más del 70% de los suelos agrícolas en Colombia presentan niveles de acidez que limitan el desarrollo óptimo de los cultivos.
Una de las grandes ventajas de la cal viva es su capacidad para elevar el pH del suelo, lo que permite una mayor disponibilidad de nutrientes como fósforo, potasio, calcio y magnesio. Además, mejora la estructura del suelo, facilita la actividad microbiana beneficiosa y reduce la toxicidad por aluminio y manganeso, elementos que afectan negativamente el crecimiento de las plantas.
Su aplicación estratégica permite optimizar el rendimiento de cultivos como café, maíz, arroz, caña de azúcar y frutales, al tiempo que contribuye a una mayor eficiencia en el uso de fertilizantes. La cal viva también ayuda a controlar patógenos del suelo, como hongos y nematodos, reduciendo la necesidad de agroquímicos.
En Colombia, promover el uso de la cal viva representa una oportunidad para mejorar la productividad agrícola de manera sostenible, impulsando la seguridad alimentaria y fortaleciendo la economía rural.